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Etiqueta: poema

Ser

Ser tu almohada y ser las seis de la mañana. A la hora que más te aferras a la calidez de las sábanas impregnadas de tu calor corporal, y al deseo de no soltarte. Ser ese momento efímero de tu respiración pausada y tus movimientos incontrolados y placenteros. Ser siendo una capa más de tu cuerpo, ser abrazado inconscientemente. Ser la madrugada previa al día que será. Pero ser siendo invisible y sentir que estoy vivo por ser percibido.

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Usted no se da cuenta, señora

Ya imagino que usted no se da cuenta, señora, pero se lo voy a decir. Encandila. Es verla aparecer, y aunque sea para contar su día horroroso, enciende con su presencia las luces de todas las farolas de la calle. El otro día, sin ir más lejos, me dejó sin palabras cuando la vi llegar con su bolso marrón y su nuevo peinado. A pesar de que había mucha luz en aquel sitio donde quedamos, un par de bombillas explotaron cuando usted apareció. No nos dimos cuenta casi nadie, pero explotaron. Luego yo no puedo decir todo lo que arremolina a su paso porque me dice que exagero, y claro tengo que callarme aquello que me quema por dentro. Que curioso, señora, usted enciende todo lo que está a su alrededor, y yo tengo que quemarme porque no puedo gritarlo. Algo tendremos que hacer, señora.

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La primavera llegará igual que todos los años

La primavera llegará igual que todos los años, señora. Me despertaré una mañana y veré que huele a tierra recién mojada en el balcón y a romero en el armario del pasillo; que su camiseta de dormir lleva prendidas hojas de margarita y sus zapatillas arrastran briznas de hierba. El alféizar de la ventana será del color del almendro en flor y las persianas se habrán convertido en cortinas de lluvia. De la mesa de la cocina  florecerán las amapolas y del fregadero colgarán madreselvas. Pero el mejor indicativo, señora, de que ha llegado la primavera, será observar que de nuevo usted ha florecido.

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En la distancia eres más deseable

En la distancia eres más deseable

sabiéndote lejos te tengo más ganas

sin verte, deseo saber que haces

sin hablarte, quiero saber que piensas

 

En la distancia eres más deseable

porque no puedo calmarte

porque no puedo mirarte

porque no puedo besarte

 

En la distancia eres más deseable

porque no tengo tu calma

porque no tengo la curva de tu espalda

porque no encuentro tus ojos

 

En la distancia eres más deseable

y si doy un paso no sé si me acerca o me aleja

y si pasa un minuto no sé si es el último sin ti

y si no sé de ti, temo que me olvides

 

En la distancia eres más deseable

por eso te escribo aunque no lo leas

por eso te canto aunque no me escuches

por eso te amo aunque sea lo último que haga

 

En la distancia eres más deseable

y no quiero distancia

y no quiero silencio

y no quiero soledad

necesito nombrarte y que respondas

 

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Todo música

Que sepa usted, señora, que voy a poner unos altavoces desde su casa a la oficina, que voy a poner esas canciones que le motivan, que le enardecen, que va a sonar la canción de su vida mientras cruza la calle, que va a sentir como tiembla el suelo del ascensor con el sonido de unos timbales. Que cuando llegue a su silla, señora, ya no sabrá si está sonando la melodía de su vida, o la novena de Beethoven. Y al cruzar de nuevo de acera a acera, no sonarán ni sus zapatos porque será como caminar entre algodones. Y así todos los días, señora. Y cuando llegue la hora de volver a casa, tendrá la música más relajante que pueda imaginar, tan relajante que hasta los zapatos se le despegarán solos de los pies e irá descalza por una alfombra con forma de pentagrama. Y cuando encuentre la paz de su hogar, señora, habrá cien violinistas componiendo solo para usted, a los cuales, si me deja, dirigiré desde la sombra.

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Estaba observando esa foto que te hice un día mientras dormías

Estaba observando esa foto que te hice un día mientras dormías. Eran las siete de la mañana. Me pareció sentir tanta placidez, que no dudé un momento en sacar mi cámara y hacerte la foto. Te la enseñé el día que la convertí en un póster y decoré mi despacho con ella. Decías que no te gustaba que cualquiera que entrase la pudiese ver porque era un instante tuyo íntimo. y podía considerarse una invasión de tu intimidad. Pero hoy precisamente ha entrado un cliente y se ha quedado mirándola durante unos minutos. Me ha dicho que era la imagen perfecta de la paz y la tranquilidad. Me ha pedido una copia, pero obviamente le he dicho que era imposible. Y ahora llevaba yo unos minutos mirándola y se me ha ocurrido llamarte. Pero te estaba imaginando en esa postura, con una mano bajo tu cara, la otra sobre la almohada, y he pensado que a lo mejor estabas dormida, y sería un crimen despertarte porque siempre duermes así. Así que he preferido escribirte esto que te enseñaré cuando despiertes.

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Navidad -1

No va a ser una Navidad como acostumbrábamos, señora. No verteré el champán en su cuerpo el día de Nochebuena, y no habrá pasteles de ternura a la mañana siguiente para desayunar. Las velas de nochevieja no podrán ser de mantequilla, ni la comida de Año Nuevo los restos de besos que nos dejamos tras las uvas. Ni habrá regalos bajo las sábanas. Pero al menos espero que al llegar Reyes tengamos el regalo de nuestro abrazo. Eso si, señora, usted decidirá si lo hacemos vestidos, o como antes.

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Quiero besarte

Hasta que me quemen lo labios quiero besarte

hasta que no sepa quien soy

hasta que me duelan los ojos de tenerlos cerrados

hasta que se aparten las nubes, quiero besarte

 

Hasta que visitemos las estrellas

hasta que mi lengua se duerma en tus huecos, quiero besarte

hasta que no haya día ni noche

hasta que suenen violines mientras te beso, quiero besarte

 

Quiero besarte hasta que no haya rosas que regalarte

hasta que cambie mi nombre

hasta que se paren las guerras

hasta que duela besarte, quiero besarte.

 

Hasta que no haya más besos en la tierra

quiero besarte hasta que cesen las mareas

hasta que no haya arena en las playas, quiero besarte

hasta que desgaste mis manos en tu cintura

 

Quiero besarte hasta que lloren las piedras

hasta que toquemos la luna con las manos, quiero besarte

hasta que el infinito sea pequeño

quiero besarte hasta que sea delito besarte.

 

Hasta que no haya nadie en el universo

hasta que ni la fuerza más descomunal logre separarme de tus labios

quiero besarte hasta que no quiera besarte

hasta que no tenga recuerdos sino es el de tus labios.

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Era flor

Era una flor

inmaculada

blanca por las mañanas

rosa por las noches bella

todo el día.

 

Era una flor

apasionada

dulce por el alba

tierna por las noches

enamorada todo el día.

 

Era una mujer

maravillosa

flor por las mañanas

por las noches, humana

a mi lado todo el día.

 

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