Yo nunca había sido prestidigitador hasta que te conocí. Ahora hago magia con tus recuerdos, y hago desaparecer las penas. Juego con las cartas para sacar siempre parejas ganadoras y el final del espectáculo es hacerte aparecer sin que lo sepas
Deja un comentarioEtiqueta: amor
Yo creo que sería capaz de reconocer cada grano de arena que se quedó pegado a tu cuerpo aquella tarde en la playa. Y no porque los memorizase mirándolos, si no porque solo tendría que acercarme a olerlos y descubrir el aroma que dejaste en ellos. Y han pasado los años, pero seguirán allí, esperando a enredarse con tu piel. Y el que haya sido arrastrado al agua luchará frenéticamente por acercarse a la orilla por si apareces.
Yo creo que deberíamos volver aunque sea en invierno, solo por el placer de ver que ocurre cuando te vean aparecer.
Deja un comentarioSer tu almohada y ser las seis de la mañana. A la hora que más te aferras a la calidez de las sábanas impregnadas de tu calor corporal, y al deseo de no soltarte. Ser ese momento efímero de tu respiración pausada y tus movimientos incontrolados y placenteros. Ser siendo una capa más de tu cuerpo, ser abrazado inconscientemente. Ser la madrugada previa al día que será. Pero ser siendo invisible y sentir que estoy vivo por ser percibido.
Deja un comentarioHa vuelto a pasar, señora. He despertado en mitad de la noche notando a la vez su calidez y su ausencia. Los sueños son muy traicioneros, y me traen sus recuerdos para despertarme inmediatamente y sentir la realidad. Y algo voy a tener que hacer, señora. O no duermo más en la vida, o se presenta en el momento que despierto. Lo primero lo veo improbable, lo segundo imposible. Pero por si acaso voy a dejar la puerta de mi casa entornada por las noches, que usted ya sabe donde vivo. No me despierte cuando vea que me agito, probablemente estaré amándola en sueños. Ya despertaré y continuaré soñando
Deja un comentarioLa primavera llegará igual que todos los años, señora. Me despertaré una mañana y veré que huele a tierra recién mojada en el balcón y a romero en el armario del pasillo; que su camiseta de dormir lleva prendidas hojas de margarita y sus zapatillas arrastran briznas de hierba. El alféizar de la ventana será del color del almendro en flor y las persianas se habrán convertido en cortinas de lluvia. De la mesa de la cocina florecerán las amapolas y del fregadero colgarán madreselvas. Pero el mejor indicativo, señora, de que ha llegado la primavera, será observar que de nuevo usted ha florecido.
Deja un comentarioTengo un plan, señora. Un día bajo su ventana nos juntaremos unos cuantos amigos que he conocido. Un equilibrista ciego, dos fakires que realmente tragan fuego, un pianista que toca el saxofón, y tres chicas que vienen a aparentar. Hay también una docena de cantantes variados que no saben bailar, tres amantes de la luna que se apuntan porque será de noche. Vendrá ese ser que conocimos en la cabaña del monte y que sabía llamar a los animales con su lenguaje, quiere convocar a todos los perros de los vecinos. He convencido a trescientos bailarines que treparán para bailar en tu balcón, y al que tocaba la batería con El último de la fila. Y cantaremos todos esa canción que pinté en tu espalda con mis dedos mientras mirabas la playa. Espero que sus vecinos no se molesten porque pensamos dar mucho la lata. Hasta que se asome y nos diga que lo hacemos bien o nos tire comida para que nos callemos.
Yo lo tengo ya todo perdido, señora. Y a lo mejor después de eso no soy persona y me convierto en espuma. Pero no será en vano el intento, y estoy seguro que nunca nadie jamás podrá superar tanta locura junta. Y espero contar con su perdón, señora, si esto le llega a molestar. Pero he de intentarlo
Deja un comentarioMe vas a tener que perdonar mis olvidos. Porque en este tiempo he olvidado cosas que nunca pensé que olvidaría. No se que talla usas, ni si te gusta el café solo o con leche. He olvidado el nombre de tu mascota y la hora a la que sales de trabajar. No se si tienes una canción preferida, ni que ves en la televisión. No recuerdo dónde fuiste en tus últimas vacaciones, ni el nombre de tus hermanos. He olvidado hasta el talle de tu cintura, y la tersura de tu piel, y el color de tu mesilla. Ha sido todo tan repentino que he borrado toda mi memoria en el mismo instante en que me has dejado saborear de nuevo el néctar de tus labios. Y ahora te tengo que volver a descubrir. Y no me imaginaba que iba a ser una aventura tan placentera.
Deja un comentarioTe perdiste que bailásemos el Vals nº 2 de Shostakovich, te marchaste un poco antes de que la orquesta interpretase esa melodía. Me dijeron que ya estabas de camino a tu casa cuando te busqué para sacarte a la pista. No había rastro de tu vestido negro, ni de tus zapatos de tacón. No hay cosa más triste que escuchar esa pieza y soñar que te tengo cogida del talle y de la mano, y ver que estoy bailando con el pensamiento. Si hay una fiesta como esa, cerraré todas las puertas, despacharé a todos los bailarines y pediré a la orquesta que alargue el vals hasta que caigas rendida en mis brazos.
Deja un comentarioUstedes dirán lo que quieran, pero yo voy a amarla. No me importa el tiempo, ni no tener la certeza de que algún día llegue a buen puerto mis intenciones, pero yo seguiré queriéndola. Porque no encuentro mejor antídoto para mi ánimo, ni mejor futuro para mi alma. Tener tan claro el objetivo me da alas para respirar.
Ustedes dirán que mira para otro lado, que ya no le importo, y seguramente tendrán razón, pero llegó un momento en mi vida que no me importan otras cosas que su presencia aunque sea solo evocadora.
Deja un comentarioEn la distancia eres más deseable
sabiéndote lejos te tengo más ganas
sin verte, deseo saber que haces
sin hablarte, quiero saber que piensas
En la distancia eres más deseable
porque no puedo calmarte
porque no puedo mirarte
porque no puedo besarte
En la distancia eres más deseable
porque no tengo tu calma
porque no tengo la curva de tu espalda
porque no encuentro tus ojos
En la distancia eres más deseable
y si doy un paso no sé si me acerca o me aleja
y si pasa un minuto no sé si es el último sin ti
y si no sé de ti, temo que me olvides
En la distancia eres más deseable
por eso te escribo aunque no lo leas
por eso te canto aunque no me escuches
por eso te amo aunque sea lo último que haga
En la distancia eres más deseable
y no quiero distancia
y no quiero silencio
y no quiero soledad
necesito nombrarte y que respondas
Deja un comentario