Ya se que no me lo ha pedido, pero se lo voy a contar igual. Se que anda por tierras lejanas bañadas por el mar, que ve islas con formas de poemas y escucha sirenas cantar en las cantinas de la costa. Que por la noche recita letanías para favorecer la respiración, y que da consejos a quijotes febriles. Que suerte tiene, señora. Desde aquí sólo logro imaginar cuadros pintados con arena y colgados de vértices imposibles. Añorar días de sol para desear mañanas de niebla, escribir textos que no sean pedidos, y descifrar mensajes borrados. No me haga mucho caso, señora. Yo le echo la culpa al ibuprofeno, usted baile, baile, baile.
Ya se que no me lo ha pedido, pero se lo voy a contar igual
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